Fiel testigo de la importancia de Vilanova de Arousa en la época del Cristianismo, es el único vestigio del antiguo monasterio benedictino de San Cipriano de Cálago, fundado por San Fructuoso en el S. VII, destruido por los ataques normandos en los siglos IX y X. Por su ubicación, independiente del antiguo monasterio, se le atribuye una función defensiva, de modo que serviría para dar cuenta de posibles invasores que llegarían desde el mar, antes de que accediesen al propio monasterio.

Localizada a unos 5 minutos caminando del centro urbano, en la calle Campo, en la parte más alta del terreno colindante, avistarás la Torre de Cálago. De base cuadrada, está formada por sillares de granito y, en lo alto, se conserva parte de una espadaña con dos arcos de medio punto, donde habría otras tantas campanas. También se conservan restos de una escalera exterior, desde la que se accedería al campanario.

Recientemente se ha localizado un documento datado en el 884 en el que se recoge una donación al monasterio y en la que se hace mención expresa de los peregrinos a Santiago de Compostela, siendo la referencia más antigua, hasta el momento, del Camino de Santiago en la comarca.